Historia
 




MellisubMj
(Manuel Jesús) y Mellisub (Jose Luis) nacimos el 26 de abril de 1978 en Cádiz. Por tradición familiar empezamos aprendiendo a nadar con unos 12 años en el muelle de Cádiz, donde atracaba el Vaporcito del Puerto (Adriano III), lugar en el que nuestro padre,  ha trabajado durante más de 30 años y donde un día, sin más, cogió y nos tiró al agua y tuvimos que empezar a buscarnos la vida para nadar hasta la escalerilla de subida al muelle. Un lugar, Cádiz, simplemente espectacular, tanto por sus gentes como por sus fiestas, su antigüedad y su mar. De ahí lo que se suele decir con mucho orgullo que "nosotros no elegimos nacer en Cádiz, tuvimos suerte...".

Pues bien, a raíz de ahí, un buen día decidimos comprarnos unas gafas, un tubo y unas aletas y, junto con un simple tridente íbamos de pesca a nuestra siempre queridísima playa de Santa María del mar, en Cádiz; entonces, una mini playa dividida en dos por un simple muro de arena de la playita de los Corrales... qué tiempos aquéllos. Todo iba viento en popa y para ir aprendiendo teníamos que ir actualizando los materiales, así que pronto nos regalaron nuestro primer traje (un Tecnomar con media cremallera en el centro) y nuestros primeros fusiles (un mares phamtom y un sporasub viper... que recuerdos). Fue entonces cuando decidimos meternos en algún club de buceo de la zona, porque sabíamos de sobra que el peligro de este deporte siempre estaba presente, y lo que aprendiéramos no lo olvidaríamos jamás. Allí conoceríamos a unas cuantas personas que después serían clave de nuestros triunfos y amistades de por vida (es el caso de Christian, Moy el gordito, Carlos Cuevas, etc.) y que aún hoy siguen siendo unos amigos inolvidables y nuestros maestros de por vida.

Poco a poco la pesca de sargos, urtas, sepias, pulpos y alguna dorada iban dando alegrías pero había que mantener el equipo de pesca actualizado, a lo que la familia no ayudó desde el principio. Eran tiempos en los que sólo unos pocos en Cádiz se tiraban al mar en invierno con el agua helada y salían seis horas después sin un sargo en la red, unas veces, con suerte, un chapetón que se había cruzado en una cueva al trasluz y se había llevado un susto. Pero otras veces, cuando el agua se quedaba cristalina con el viento del norte y los sargos se amontonaban en la Segunda Piedra Isla, salíamos de pescar con un estupendo pasapez para repartir después a toda la familia (que luego nos iban regalando guantes de neopreno porque nos duraban un asalto), y así pasamos los primeros y mejores años de pescasub.

Después, un buen día tras algunos años pescando de infantería, nuestro amigo Antonio (orejitas) y Alvarito (meriquete) nos invitaron a salir en una embarcación (tenía la quilla de madera y la llegábamos a transportar en la baca  de nuestro Renault 5 y cuyo motor introducíamos en el maletero -qué emoción, pero qué paliza en Cortadura!!!-) y así fue como empezamos a coger nuestros meritos, abadejos y alguna corvina que otra,  poco más. Luego vino una de las mejores cosas que nos han pasado en el mundillo y fue salir a pescar con Christian, una verdadera máquina pescando y una magnífica persona, y los que lo conocen lo saben y no creo que puedan decir nada malo de él. Es aquí cuando empieza a subir el nivel y las primeras "pesqueras", borriquetes, meros, urtas, dentones!!! qué maravilla, qué de vida!!!!.  Por fin, un día ya nos compramos nuestra embarcación (Narwhal 4,50 con motor Yamaha 40 cv) y empezamos la pesca en solitario pero acompañados por muchos de los que ahora siguen siendo grandes compañeros de pesca pero también grandes amigos (Ernesto, Dani, Fran, Luis Cobardi, Paquito Ruina, Carlos Cuevas, Alvarito, Christian, Club Bodión, Wary, etc.). 

Ahora, y despúes de muchísimos años pescando juntos, seguimos saliendo de pesca juntos, de marcha, de copas, de cenas y comidas y de lo que haga falta porque siempre están ahí cuando los necesitas.... un saludo a todos desde Mellisub.


MellisubMJ: Mi mayor captura de estas características fue un pez de limón de 23 kg capturado en aguas de Conil. Sin embargo, la pesca al agujero del mero me atrae por su encanto y "facilidad", ya que, estos peces, al ser tan sedentarios, se vuelven vulnerables en sus cuevas cuando son de un tamaño medio-grande. Mi mayor captura de este tipo fue un mero de 26 kg en el Banco de Trafalgar a 19 m de profundidad, un verdadero burro. 
 

Mellisub:  Su mayor captura es un mero de 32 kg en la Aceitera. A la espera también ha tenido bastante suerte y cuenta con unos maravillosos ejemplares, como dentones, corvinas, urtas y algún pargo. 



 
 
   
 
 
 

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